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¿Qué carnes son más recomendables mientras estás dando el pecho?

Incluir carnes en la lactancia es fundamental para que la madre pueda obtener las proteínas necesarias. La carne es una magnífica fuente de proteínas y de otros nutrientes que son especialmente importantes para el correcto funcionamiento del organismo. Y si en condiciones normales son clave, más aún cuando estamos dando el pecho a nuestro bebé, ya que el bebé se nutrirá de todo lo que come la madre. Con lo cual, es muy importante que conozcas cuáles son las mejores carnes para la lactancia, aquellas que resultan más adecuadas para incluir en tu alimentación mientras estés amamantando a tu hijo.

Eso sí, hay que tener en cuenta que el gran beneficio de la carne solamente se obtiene de manera óptima cuando se seleccionan las variedades adecuadas y no se suman altas dosis de grasa. Igual que ocurre durante el embarazo. Y, por supuesto, también influye mucho en ello la forma de cocción, ya que no es lo mismo hacerlas a la plancha o al horno que fritas. Además, es importante que siempre estén bien cocinadas y que, a la hora de meterlas en la nevera o en el congelador, se encuentre en perfectas condiciones de higiene y seguridad, evitando romper la cadena de frío. En este artículo, vamos a explicarte cuáles son las más beneficiosas pero, en cualquier caso, es fundamental que lo consultes antes con tu médico.

Carnes bien cocinadas

A la hora de preparar la carne durante la lactancia, es muy importante que no queden crudas, sino que estén perfectamente hechas. Esto está relacionado con el hecho de que la madre puede contraer diversas enfermedades por consumir carne que está cruda. Uno de los mayores riesgos durante el embarazo es la toxoplasmosis, que puede hacer que el feto nazca con algún defecto o incluso que se produzca un aborto. Tampoco es conveniente consumirlas así durante la lactancia, ya que esta enfermedad podría pasarse al bebé, que en los primeros meses de vida está completamente indefenso.

Carne baja en grasas

Siempre es preferible elegir carnes con un bajo contenido de grasas. Y no solamente debes tener en cuenta el tipo de corte, sino también la manera de cocinarla. En Enmerjosa te recomendamos que intentes hacerla siempre a la plancha, cocida o al horno, y siempre con poco aceite. Puedes comer todos los tipos de carne, ya sea pollo, pavo, cerdo, ternera o cordero. Lo importante es que el corte sea lo más magro posible para que la cantidad de proteína sea superior a la de grasa. Las carnes con menos grasa son las de ave, pero esto no significa que no puedes comer cerdo, si eliges lomo, por ejemplo.

Mejores carnes para la lactancia

Como ya hemos dicho, durante el periodo en el que estés dando el pecho a tu bebé, es preferible elegir carnes libres de grasa y, en la medida de lo posible, prepararlas de manera saludable. Esto te ayudará además a ir perdiendo los kilos que hayas ido ganando durante el embarazo.

Debes tener en cuenta que, para aportar a la leche materna un gramo de proteína, es necesario una ingesta del doble de esta cantidad aproximadamente de la alimentación, es decir, dos gramos de proteína por cada gramo de proteína de leche. Pero además, durante este periodo la madre necesita un complemento diario de entre 15 y 20 mg de hierro para mantenerse fuerte.

Entre las opciones más beneficiosas de carne para la lactancia, se encuentran las llamadas «carnes blancas», que son el pollo, el pavo y el conejo. Debes tomar al menos dos raciones de carne blanca por semana. En cuanto a la carne roja, entre las que se encuentran el cordero y la ternera, no quiere decir que no puedas tomarlas, pero sí debes limitar su consumo a tres veces como máximo a la semana. Además, al contrario de lo que ocurre durante los meses de embarazo por el tema de la toxoplasmosis, en el periodo de lactancia la madre puede comer todo tipo de embutidos, como jamón, chorizo, salchichón o longaniza, pero es importante que se haga con moderación, ya que estos productos tienen un alto contenido de grasa. Con lo cual, son alimentos muy calóricos que en nada te ayudarán a perder los kilos ganados durante la gestación.

Si tienes dudas sobre algún tipo de carne, lo más recomendable es que te pongas en contacto con tu nutricionista o con el pediatra, ya que son los especialistas que mejor pueden diseñar tu dieta durante la lactancia. Y no sólo para proporcionar los mejores nutrientes para tu organismo y para que tu bebé se desarrolle correctamente, sino también para que encuentres la manera de vencer las limitaciones que te impone el hecho de estar amamantando a tu hijo, evitando caer en la monotonía.

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