¿Es verdad que los pollos amarillos son de corral criados con maíz?

Es habitual que cuando acudimos a la carnicería o al supermercado nos fijemos en el color de la carne antes de comprarla. Por lo general, si la carne es rosada y la grasa más blanquecina tendemos a pensar que el animal ha sido criado en una de esas granjas en condiciones hacinamiento, sin ver la luz del sol y alimentado con pienso.

En cambio, cuando vemos que el color de la carne es amarilla, incluso tirando a naranja, creemos que el animal ha vivido feliz corriendo por el campo en libertad y que ha sido alimentado exclusivamente con maíz, es decir, de una manera más sostenible, ecológica y saludable. Sin embargo, debes saber que el color nunca es indicativo de que el pollo haya tenido una vida más plena y feliz.

El color amarillo de la carne solamente quiere decir que el animal ha tenido una dieta con más carotenos, aunque también depende de la propia genética del ave. El maíz, la zanahoria y las hojas de caléndula sirven como colorantes que pueden añadirse a los piensos de los que se alimentan los animales, fijándose más o menos en función de la genética del animal. Cuando damos este tipo de alimentos a los animales en altas cantidades, no lo asimila y el pigmento se va depositando en el piel, tiñéndola de amarillo.

Incluso puede jugarse con los colores. Por ejemplo, si se quiere subir el tono naranja, basta con añadir caxantina, que es un pigmento rojo que se obtiene de manera natural de algunos hongos y algas, ya que los pollos son incapaces de sintetizarlo.

Con lo cual, es muy fácil maquillar el color de manera natural. Algo que los comercios y fabricantes aprovechan para hacernos crees que los animales han sido criados de manera ecológica. Esto quiere decir que nunca debes dejarte llevar por el color de la piel a la hora de elegir la carne que vas a consumir, ya que esto no significa que el pollo sea de corral.

¿Cómo podemos saber entonces la forma de vida y de qué se ha alimentado el animal?

Para saber si un pollo ha vivido en un corral el producto debe estar certificado. La denominación viene recogida en el Reglamento europeo 543/2008, que contempla que el pollo debe clasificarse en función del lugar en el que ha sido criado en base a cuatro categorías diferentes:

• Sistema extensivo de gallinero: el nivel de hacinamiento por metro cuadrado de suelo no supera los 15 pollos o de 25 kg de peso vivo. Además, los animales son sacrificados con 56 días o más.

• Gallinero con salida libre: el nivel de hacinamiento por metro cuadrado puede ser de hasta 13 pollos o de 27,5 kg de peso vivo. La edad del sacrificio es la misma que la del sistema extensivo. Además, durante al menos la mitad de su vida, el pollo debe poder acceder continuamente a un espacio al aire libre que incluya una zona de vegetación en su mayor parte con cubierta. El gallinero debe contar con trampillas de unos 4 metros como mínimo por cada 100 metros cuadrados de edificio. Y los alimentos que recibe durante la fase de engorde deben contener como mínimo un 70% de cereales.

• Granja al aire libre: no puede haber más de 12 pollos o de 25 kg de peso vivo por metros cuadrado. Además, la superficie total no puede tener más de 1.600 metros cuadrados ni haber más de 4.800 pollos y también debe contar con trampillas de 4 metros como mínimo por cada 100 metros cuadrados de edificio. En cuanto al acceso al aire libre, a partir de las 6 semanas, el animal debe tener acceso libre, siendo la zona cubierta de al menos dos metros cuadrados por pollo. Por otro lado, los pollos engordados deben pertenecer a una estirpe reconocida como de crecimiento lento y alimentación debe contener como mínimo un 70% de cereales. La edad del sacrificio o puede ser inferior a los 81 días y la fase final de enjaulamiento no puede ser de más de 15 días para los pollos de más de 90 días.

• Granja de cría en libertad: solamente pueden incluirse en esta categoría aquellas granjas en las que los animales tengan acceso constante durante el día a los espacios al aire libre de superficie ilimitada.

Como puedes ver, ninguna de estas denominaciones hace alusión a «campero», palabra que no se encuentra dentro de la ley, pero que muchos productores usan como sinónimo de «pollo de corral», que son todos los anteriores en sus diferentes modalidades. La diferencia es que la carne si puede ser ecológica si el animal, además de crecer en libertad, es alimentado con piensos ecológicos o maíz.