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Receta de cochinillo al horno al estilo segoviano para Navidad

El cochinillo al horno es uno de los asados castellanos más típicos. Siendo uno de los platos más famosos de todas las celebraciones importantes en Ávila y en Segovia. Un plato que combina la textura tostada y crujiente de la piel con la carne jugosa que hace las delicias incluso de los paladares más exigentes. Una excelente opción como plato principal para la Navidad, que cada vez está más cerca.

La cuestión es que, aunque su delicioso sabor puede hacer pensar que se trata de una receta muy compleja, lo cierto es que los principales y únicos ingredientes que acompañan al cochinillo segoviano son la sal y el agua, y la tradición manda que siempre debe ser preparado en horno de leña. Eso sí, esta receta tan básica es mejor dejarla para los maestros de la cocina segovianos, ya que es complicado conseguir ese punto que logran ellos.

Hoy, en Enmerjosa os traemos una deliciosa receta de cochinillo al horno al estilo segoviano, hecho en horno convencional eléctrico, que es el que la mayoría de nosotros tenemos en nuestras casas. Y que se prepara con algo más que agua y sal, al estilo del maestro Solanillos, que sale delicioso.

Ingredientes para preparar el cochinillo segoviano

  • 1 Cochinillo de entre 4,5 y 6 kg
  • 1 Vaso y medio de agua
  • 200 gramos de manteca de cerdo fresca
  • 4 dientes de ajo
  • Sal gorda
  • 3 hojas de laurel
  • 1 cucharadita de tomillo y orégano

 

Preparar el cochinillo

1. Pelamos los dientes de ajo y los picamos en trocitos pequeños. Los mezclamos con la manteca, el tomillo, la sal gorda y el orégano. No obstante, si lo prefieres, también puedes machacar el ajo hasta que se forme una pasta y mezclas con el resto de ingredientes. De este modo, te resultará mucho más sencillo manipularlo después. Te recomendamos preparar la mezcla el día anterior para que vaya cogiendo sabor y se potencie su efecto en el cochinillo.

2. Precalienta el horno a 150 grados durante una hora.

3. Ve untando el cochinillo con la mezcla que hemos preparado con ayuda de una brocha y luego colócalo sobre la bandeja del horno. Si tienes una fuente grande de barro, mucho mejor. Recuerda que la parte de la piel siempre debe quedar hacia arriba.

4. Añade un vaso de agua y las hojas de laurel a la bandeja, teniendo mucho cuidado de no mojar la piel del cochinillo.

5. Derrite la manteca de cerdo en el microondas durante dos minutos a baja temperatura. Luego pincha la piel y la cabeza del cochinillo con una aguja o un tenedor y úntalo con la manteca fundida. Es muy importante que lo pinches para evitar que se formen bolsas de aire y conseguir que la piel quede bien crujiente.

 

Hornear el cochinillo

1. Mete el cochinillo en el horno, colocándolo en la parte central de la bandeja. El horno debe estar a una temperatura de 150 grados y estar activado tanto por arriba como por abajo. Deja que se hornee durante media hora aproximadamente. Ve regándolo de vez en cuando con el jugo y la grasa que vaya soltando. Si ves que se va quedando sin agua, añade una poquita más, ya que el cochinillo necesita humedad para hacerse bien.

2. Para que la piel se dore y quede bien crujiente, tenemos que subir la temperatura del horno durante 20 minutos a 190 grados. En total el cochinillo debe permanecer en el horno durante unas 2 horas.

3. En función del tamaño deberás darle la vuelta o no. Si es pequeño, no es necesario, pero si pesa más de 5 kg, tendrás que darle la vuelta a mitad del horneado y acabar de nuevo con la parte de la piel puesta hacia arriba.

4. Puedes poner aire caliente los últimos 5 minutos de horneado para que la piel quede más crujiente, pero no más. De lo contrario, la carne quedará seca. No uses el grill del horno para dorar. Es preferible aumentar la temperatura y dejarlo unos minutos más.

Servir el cochinillo

1. Retira el cochinillo del horno justo antes de servir. No lo dejes en reposo dentro del horno o estropearás todo el trabajo que has hecho para que la piel quede crujiente.

2. Trocéalo y pasa el jugo de la fuente a una salsera para que los comensales puedan mojar con pan o mezclarla con la carne. Jamás la eches sobre la piel crujiente que tanto ha costado conseguir, pues terminará ablandándose.

3. El acompañamiento más adecuado para este plato es la ensalada de escarola bien fresquita y un buen vino blanco. Aunque la carne se suele acompañar con tinto lo cierto es que un buen vino blanco, cuando tiene un punto ácido y afrutado, combina a la perfección con el sabor del cochinillo.

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