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¿Cómo cocinar carne de manera sana?

No cabe duda de que la carne es un alimento rico en nutrientes necesarios para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por su puesto, siempre que forme parte de una dieta variada y sana en la que no se consuma en exceso, especialmente si se trata de carne de roja o de ternera. Es cierto que en los últimos años el consumo de pescado ha ido en aumento en España, pero la realidad es que la mayoría sigue prefiriendo la carne, lo que convierte a nuestro país en el décimo del mundo donde más carne se consume por persona, unos 2.300 millones de kilos de carne en total en toda España.

Y, aunque cada vez proliferan más asociaciones que piden erradicar su consumo y estudios que advierten sobre los peligros que tiene la ingesta excesiva determinados tipos de carne, lo cierto es que hay formas saludables de comer carne sin que estos suponga un riesgo para nuestra salud y, al mismo tiempo, proporcionemos a nuestro cuerpo los nutrientes que necesita para su correcto desarrollo y funcionamiento.

1. Elige carnes de calidad

A la hora de comprar la carne, es fundamental que elijas piezas de calidad. Lo más recomendable es evitar el supermercado y adquirirla en una carnicería de confianza y si es ecológica, mucho mejor. Ten en cuenta que las cualidades organolépticas de la carne influyen en el tratamiento que se ha dado a la carne durante el sacrificio, la maduración y el fileteado. Los productores de carne ecológica siguen unos procesos muy estrictos en este sentido, por lo que la carne es de mucho más calidad.

2. Escoge carnes con indicación de origen protegida

Tampoco está de más interesarse por su procedencia para saber qué es lo que estás consumiendo y asegurarte de que es lo más saludable posible. En este sentido, lo ideal es decantarse por carnes con indicación de origen protegida, ya que de esta forma tendrás la garantía de su origen de sus valores tradicionales y de sus cualidades organolépticas.

3. Apuesta por las carnes blancas

El consumo de carne de pavo, pollo y conejo es recomendado por los expertos en nutrición unas tres veces por semana. En cambio, el de las carnes rojas debe limitarse a una vez a la semana aproximadamente. La OMS recomienda no superar los 500 gramos de carne roja a la semana. Si alguna vez nos pasamos, es aconsejable realizar una dieta depurativa rica en frutas, verduras y carne blanca en los días posteriores.

4. Prueba las carnes exóticas

Más allá de las carnes blancas y de ternera, podemos encontrar carnes más exóticas, como la de canguro, la de avestruz o la de jabalí, que son ricas en vitaminas y minerales esenciales para nuestro organismo. Concretamente, la de avestruz contiene un alto nivel de ácidos grasos poliinsaturados y vitaminas del grupo B, con la ventaja de que, aunque su sabor es muy parecido al de la ternera, presenta una textura más tierna y ligera, lo que la convierte en una excelente alternativa a las carnes rojas.

5. Guarniciones de verduras y legumbres

Las verduras y legumbres son las mejores opciones de guarnición para acompañar nuestros platos de carne. De hecho, podemos consumir este tipo de alimentos varias veces al día sin problema, incluso en cada comida. Por ejemplo, arroz, garbanzos, judías verdes, etc. Obviamente, mucho más saludables que unas patatas fritas.

6. El mejor método de cocción es el vapor

Aunque muchas veces no somos conscientes de ello, la forma en la que cocinamos los alimentos también tiene un gran impacto sobre nuestra salud. Es mucho mejor cocinar la carne a la plancha, en guisos, al vapor o al horno que freírla. Eso sí, si la hacemos a la plancha, es muy importante añadir poco aceite y controlar muy bien los tiempos de cocinado. Ten en cuenta que las elevadas temperaturas favorecen la parición de sustancias precursoras del cáncer, sobre todo cuando exponemos la carne directamente al fuego.

7. El jamón ibérico es el mejor embutido

Mucho se ha hablado sobre los efectos negativos que un consumo excesivo de embutidos puede tener sobre nuestra salud. Pero si, aun así, eres incapaz de renunciar a ellos, lo mejor es optar por el jamón ibérico de bellota, ya que contiene ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a controlar los niveles de colesterol. Es evidente que su precio es mucho más elevado que el de otros embutidos, pero piensa que estarás invirtiendo en salud.

8. Evita las carnes procesadas

Sabemos que a los niños les encantan las hamburguesas y que una de vez en cuando no hace daño. Pero en estos casos, es mejor evitar las carnes picadas conocidas como "Burger Meat", que incluyen muchos aditivos como los sulfitos, los conservantes, los colorantes y los fosfatos, que obviamente no se incluyen en las hamburguesas tradicionales.

 

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